Julio Cejador le describía como «madrileño, pintor y novelista de costumbres de la gente del bronce y chulapona de Madrid antes de Répide, escribe en estilo y lenguaje llano, con
poca complicación de trama, á brochazos, describiendo lugares y tipos generales más bien que tallando caracteres.”
En 1922 escribió la “Cartilla doctrinal de los Hijos de Madrid” uno de cuyos capítulos está dedicado a la gastronomía madrileña y, por ende, al cocido madrileño- Para conocer sus sabias prescripciones y leer ese citado
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