Relación de sitios visitados

Zaranda

Madrid, 16 de Febrero de 2006                                             volver al listado

Convocatoria

Conocedor profundísimo de la esencia cocidera y amigo mío predilecto:   

Es tan grande en nuestro espíritu el afán de penetrar en los misterios –hasta hace poco insondables- del mundo del cocido que, no concediendo sosiego al cuerpo –de suyo, poco proclive al esfuerzo- ensillamos sobre sus costillas nuestra alma de investigadores y proseguimos, cualquiera que sea su coste, con nuestras reflexivas indagaciones.   

En uno de los últimos vuelos que, con motivo de leer una comunicación científica en un Congreso Mundial de Gastronomía Garbancera, he realizado, tuve noticia –a través de la revista que Iberia en ellos distribuye- de la existencia de un cocinero llamado Fernando Pérez Arellano, formado en restaurantes como El Poblet, El Celler de Can Roca, El Racó de Can Fabes, La Gavroche o Don Alfonso 1890, que había venido a Madrid para “proponer originales interpretaciones de algunos de los platos típicos de la cocina madrileña” (sic).   

Siguiendo tan provocativa pista di en saber que había abierto un restaurante denominado Zaranda, sito en la calle San Bernardino Nº 13 (metro Noviciado o Plaza de España) en donde, so capa de una “cocina de alta expresión” preparaba “nuestro cocido en dos vuelcos” en el que introducía la novedad de servir una “mousselina de garbanzos” (aparte de los macizos que, reglamentariamente, deben integrarlo). Me pareció que los ilustrados miembros de este colectivo debían conocer personalmente estas innovaciones y juzgar sobre si la dirección por ese chef emprendida era ortodoxa o heterodoxa, para actuar, con nuestro bien ganado prestigio, en consecuencia. Y así, tras un examen ocular del establecimiento y un examen crítico de sus bastante arreglados precios, concerté una solemne sesión degustativa que tendrá lugar (D.m.) el próximo jueves, día 16 de Febrero a las 14,30 horas. 

No dejes de asistirnos con tus luces a enjuiciar certeramente esta notable iniciativa. Pero, pofavó, pofavó, pofavó, comunica anticipadamente tu asistencia (o ausencia, si tal ha de ser el caso). Y recibe el afecto invariable que te profesa

Valoración

   calidad gastronómica            marco y servicio          relación calidad-precio