Relación de sitios visitados

Restaurante Las Provincias

Consuegra, Toledo.  25 de Mayo de 1996                             volver al listado

Convocatoria

Aventajado desbastador de ignorancias en materia cocidera:

 
A la siembra sucede la germinación, a ésta la maduración y, por fin a ésta última, sucede la gozosa cosecha. No de otra manera acaece el proceso de conocimiento y de generación de sabidurías. Es llegada –por tanto- la hora de regocijarnos por lo abundante de la parva y lo fecundo del esfuerzo. Mucho hemos trabajado a lo largo del curso lectivo, mucho nos hemos afanado en perfeccionar nuestros –ya de por sí vastos- conocimientos sobre el garbanzo y su culinaria y, cuando el ciclo llega a su fin, debemos estar preparados para, con orgullosa modestia (¡toma oxímoron guapo, Nicanora!), henchir la troje con los saberes nuevamente adquiridos.

El próximo viernes, día 25 de Mayo, promete ser –así- un día de especial fruición intelectual. A las 11,00 horas partiremos de la Puerta 0 del Estadio Santiago Bernabeu (lugar cargado de efluvios benéficos y de energías positivas) a bordo de un autocar modelo “Isabel Pantoja” amueblado con los más depurados refinamientos de las artes decorativas y pilotado por uno de los más avezados busnautas de tal gremio. E iremos de esa guisa hasta Consuegra, -la antigua Consabura romana- municipio toledano que fue luego feudo medieval de la Orden Militar de San Juan de Jerusalén, y que conserva un erguido castillo –que visitaremos- y una serie de molinos de viento sobre la cresta del antiquísimo monte Calderico, alfares, bodegas, etc. En dicha villa, el restaurante Las Provincias presume de elaborar uno de los más sustanciosos cocidos castellanos que pueden degustarse, tanto por la calidad excepcional de los garbanzos que utiliza, como por el amoroso cuidado con que crían a los pollos de corral que enriquecen su “vianda”, como –por no extenderme- por la debilidad –y subsecuente devoción- que por dicho preparado sienten tanto Celestino Colmenero, su feliz propietario, como su hija Ito, responsable de la cocina. 

Ahitos nuestros estómagos tras la exigente degustación de ese amado plato, repletos nuestros ojos de la belleza de los cervantinos paisajes contemplados, y con la paz imperando en nuestras conciencias, volveremos a los madriles.Bastará, para alegrar nuestra efemérides, con que llames por teléfono confirmando tu esperada asistencia. No sobrará –como no menos bien sabes- que nos lo digas también anticipadamente si es que te resulta imposible asistir.

Valoración

   calidad gastronómica            marco y servicio          relación calidad-precio