Relación de sitios visitados
Convocatoria
Virtuoso saboreador de honestos cocidos y grande amigo mío :
A ti, a quien poco te es desconocido, lo será mucho menos la historia de Santa Catalina, mirífica doncella de Alejandría, que rechazó, allá por el año 310, la orden del impío emperador Majencio de hacer sacrificios a los dioses. Enseña Wikipedia que Catalina entró en el templo, pero, en lugar de sacrificar, hizo la señal de la cruz. Y dirigiéndose al emperador le reprendió, exhortándole a conocer al verdadero Dios, y le invitó a un debate. En la prueba del debate filosófico, los sabios resultaron convertidos al cristianismo por Catalina, lo que provocó la ira del emperador, quien hizo ejecutar a los sabios (sistema Rajoy), no sin proponer antes a Catalina que se casara con uno de ellos, a lo que ella se negó rotundamente. Majencio trató de convencerla con promesas, pero, al no lograrlo, mandó flagelarla y encerrarla en prisión. Allí fue visitada por la propia emperatriz y un oficial, Porfirio, que terminó por convertirse junto con otros doscientos soldados. El emperador ordenó entonces que torturaran a Catalina utilizando para ello una máquina formada por unas ruedas guarnecidas con cuchillas afiladas (sistema Montoro). Según la Passio, las ruedas se rompieron al tocar el cuerpo de Catalina, quien salió ilesa. La emperatriz trató de interceder a favor de Catalina, pero fue decapitada, al igual que Porfirio y sus doscientos soldados.
No ha de sorprenderte, por ello, que el Ayuntamiento de Madrid, en honor a la memoria de los muchos descabezados en aquel portentoso trance, dedicara (otrora, claro es) una calle (por cierto, transversal a la Carrera de San Jerónimo, casi enfrente del edificio de las Cortes Españolas -¡lagarto, lagarto!- ) a esa tan Santísima Santa. Ni que un no menos virtuoso restaurador, de patria abulense, estableciera en el número 3 de ella un restaurante denominado El Rincón de Esteban en el que asevera realizar un cocido madrileño -haciendo uso, como base, del mítico garbanzo morañego- sin parangón en esta Villa y Corte.
Por si sí o por si no, hemos fijado la fecha del jueves, día 5 de Mayo, a las 14,30 horas, para emitir nuestra irrecusable opinión sobre pretensión tamaña. A que a ella concurras te convoco, previa confirmación (por razones de decencia moral, básicamente) de tu asistencia.
Hasta ese día, te envío el más cordial, fraterno y estrecho de mis abrazos
Fdo : Guillermo PIERA
Presidente