Relación de sitios visitados
Castizo y sapientísimo analista de cocido, colega ilustre mío :
Hasta 1948, en que se fusionó con el de Madrid, Tetuán de las Victorias fue municipio independiente- Yo recuerdo aún el edificio de su Ayuntamiento, bien avanzada la calle de Bravo Murillo, luego convertido en Tenencia de Alcaldía. Aquel Tetuán nació en torno a 1860, en terrenos aledaños a Chamartín de la Rosa- Se llamó así porque el ejército español de Africa pensaba regresar en triunfo a la Capital después de cubrirse de gloria en lo que se pensaba iba a ser una blitzkrieg (es evidente que, por razones harto conocidas, tan clamorosa entrada no tuvo ocasión de producirse). Pero los asentamientos militares dieron lugar a una cierta proliferación de establecimientos comerciales-modestísimos- que vivían a su sombra y, por ende, a las viviendas (normalmente de una sola planta) donde las familias habitaban.
Dentro de la conurbación de Tetuán existían –y existen- hasta seis núcleos poblacionales bien diferenciados, uno de los cuales, de nombre que evoca su origen rural, “Valdeacederas”, vamos a visitar en esta ocasión. Y ello porque en una de sus calles -la de Pinos Alta- y en su número 23, se asienta el restaurante denominado Asador Cristóbal. De origen y tradición segoviana, se dedica preferentemente a los asados, siguiendo el ritual sepulvedano, con no poco acierto según atestigua Borries Biagosch (a) “Bolo”, , ilustre miembro de este Club a quien debemos la iniciativa de esta visita.
Pero ello no empece para que, siendo sus dueños originarios de esa provincia hermana, no utilicen sus probados conocimientos sobre la leguminosa que allí con amoroso cuidado se cultiva, para ejecutar -.cpn una complacencia que habremos de verificar si es, o no, justificada- el denominado “cocido segoviano” que, a nuestros ojos y estómagos, en muy poco habrá de diferenciarse del que aquí llamamos, con propiedad, “madrileño”.
A tal fin me honro en convocarte el próximo martes, día 29 de abril, a las 14,30 horas, para evitar caer en períodos de “puentes”, de “isidradas” y mandangas de parecido jaez. Esta será la última sesión estrictamente “lectiva” del presente curso, pues la siguiente será la que, como de costumbre, llevaremos a cabo fuera de la Villa y Corte. Confío en que constituirá un digno remate a un curso de intenso esfuerzo intelectual. No nos faltes, pues, y si te vieres obligado a ello, comunícanoslo con anticipación.
Recibe, con mi afecto inalterable, un estrecho abrazo
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